Bien conservado

El mantenimiento de tu edificio

La cultura preventiva del mantenimiento te puede hacer ahorrar mucho dinero ya que alargará la vida útil de diferentes elementos de tu edificio.

Con el fin de conservar los edificios nos vemos obligados demasiado a menudo a realizar actuaciones imprevistas y urgentes de rehabilitación, con unos costes económicos que generalmente son muy elevados.

Nuestra sociedad no puede permitirse abandonar a su suerte un bien tan importante como es el patrimonio inmobiliario, por el coste económico y medioambiental que ha supuesto su construcción. Para evitar esta situación hay que realizar el mantenimiento preventivo.

La cultura preventiva del mantenimiento se inició a principios del siglo XXI y se basa en la ejecución de unas operaciones planificadas según criterios de durabilidad, que se han de implementar y ejecutar con una frecuencia establecida en una programación fijada en unos calendarios, con lo que se consigue, entre otras cosas, aumentar la vida útil de los diferentes elementos constructivos, detectar disfunciones antes de que se produzcan, planificar y programar las actuaciones de futuro y evitar con todo esto la aparición de gastos extraordinarios.

Es necesario tener los edificios en forma y en buen estado de conservación para conseguir que padezcan menos enfermedades y si tienen alguna, se recuperen más fácilmente.

A pesar del tiempo que ha transcurrido y los grandes beneficios que aporta, no se ha conseguido implementar la prevención en los hábitos de gestión de los edificios de viviendas de nuestro país, a pesar de ser una obligación recogida en diferentes documentos legislativos desde los años 60.

En otros ámbitos de la vida, en cambio, sí ha arraigado esta cultura preventiva. Por ejemplo, cuando compramos un coche ya tenemos asumido que tendremos que hacer revisiones y operaciones periódicas de conservación. O cuando compramos un ordenador, o en relación a nuestra propia salud, donde tenemos muy claro que no hay que esperar a padecer una enfermedad grave por tener que hacer revisiones médicas con cierta periodicidad, así como llevar un tipo de vida saludable que nos ayude a mantenernos sanos y en forma.

Por todo esto, es necesario actuar de forma similar a como se hace en el ámbito de la salud y conseguir de esta manera tener los edificios en forma y en buen estado de conservación para conseguir que padezcan menos enfermedades y si tienen alguna, se recuperen más fácilmente, igual que hacemos con nuestro cuerpo.

El mantenimiento de tu vivienda

Un buen mantenimiento te permitirá vivir más cómodamente en tu casa y te hará ahorrar dinero.

Cuando compramos un aparato complejo, asumimos la necesidad de tener un manual de uso que nos guíe para llevar a cabo las operaciones iniciales y nos proporcione información sobre las prestaciones del producto y la forma cómo hay que usarlo.

Esta información nos permitirá no dañarlo y ajustarnos a los consumos establecidos por el fabricante.

De la misma manera, podríamos considerar que la vivienda es también una máquina compleja que requiere unos ciertos conocimientos para conseguir un rendimiento óptimo, la cual cosa justifica la necesidad de contar con un manual de uso que haga posible que cualquier usuario pueda utilizarlo de forma eficiente.

El Manual de la Vivienda es obligatorio para los edificios construidos en Catalunya después del 7 de abril de 1993. Aunque no sea obligatorio para las viviendas anteriores a esta fecha, es una opción muy interesante, ya que son las viviendas con más problemáticas a causa de su envejecimiento. En caso de no disponer de él se puede pedir su redacción al técnico de cabecera del inmueble.

 

Pide ayuda a un técnico de cabecera

Si quieres saber qué acciones puedes hacer para mantener tu edificio o vivienda, el técnico de cabecera es el profesional idóneo. Te explicará qué herramientas tienes a tu alcance para conseguirlo y, si hace falta, te propondrá acciones para mejorar.